Perdi mi vida por ser amable
Me gustaría poder leer y responder todos los mensajes que llegan a mi página, agradecer las buenas ondas, discutir los desacuerdos y cambiar opiniones en general, pero el trabajo ya le roba tantas horas a mi vida que si además me quedara escribiendo mails, dejaría de tener tiempo para ver a mis tres hijos, disfrutar a mi amorcito, escuchar a mis amigos, soportar a mi madre, depilarme las piernas, salir a la calle, emborracharme de vez en cuando y, por qué no, angustiarme cuando no hago nada en vez de disfrutarlo.
Estoy segura de que todos aquellos que conocen mi trabajo y mi forma de pensar van a poder comprenderlo, y ojalá lo hagan, porque ya bastante remordimiento siento al no poder contestarles. Y a los que no puedan, bueno, incluso prefiero que piensen que soy desconsiderada, egoísta, maleducada y presumida antes que tener que terminar diciendo, como Baudelaire, “perdí mi vida por ser amable”.
Maitena, Contactos